Hoy quiero aprovechar un pequeño error de un articulo de un blog aeronáutico para arremeter contra un individuo singular que aunque pertenece al sector aeronáutico no desperdicia ni una sola ocasión para rebuznar ideas provocadoras que no tiene otro objeto que llamar la atención hacia su compañía siguiendo aquello de "que se hable de mi , aunque sea mal".
Empezaremos por el error, para quitárnoslo de en medio. Angélica, que ha escrito 493 entradas en el blog "
Vuelos Baratos - Noticias de aviación y aerolíneas low cost". nos obsequia en su artículo "
Propuesta de vuelos de bajo coste con un sólo piloto" con una repetición, en pocas lineas de la brillante idea del empresario irlandés:
“Eliminemos al segundo piloto. Dejemos que el puñetero ordenador dirija el avión”. Se trata solo de un error de estilo y es comprensible que la noticia no da para más, pero da la impresión de un articulo escrito con prisas y en plan recorta y pega.
Explotado ya el pretexto, paso al auténtico objeto de este artículo que no es otro que la de calificar de auténtico Troll del sector aeronáutico al empresario irlandés Michael O’Leary, propietario de Ryanair.
Y que conste que no solo soy cliente de Ryanair sino que creo que las LCC son el futuro de la aviación. No se trata de ser o no partidario del modelo, sino simplemente de reconocer que ha llegado para quedarse y que por una bolsita de cacahuetes y un refresco malo de naranja no estoy dispuesto a pagar hasta cuatro veces el precio del billete en una LCC. Mientras Ryanair de el servicio por el que cobra y permita a sus pasajeros comprar solo lo que necesitan, su éxito está garantizado. Siempre habrá gente que no necesite cacahuetes y prefiera no pagar por ellos.
Por eso creo que las payasadas de su propietario están completamente fuera de lugar y suponen un insulto a sus clientes, a sus trabajadores y a la sociedad y el sector aeronáutico. Su alud de propuestas, a cada cual más absurda no tienen otro objeto que generar titulares y son simples provocaciones de un estúpido sin educación ni dignidad, artículos que no pueden adquirirse por mucho dinero que gane.
Y si, son auténticas burradas aeronáuticas, puesto que la composición de la tripulación de una aeronave no la determina la compañía, ni siquiera el fabricante, sino la autoridad aeronáutica a través de las leyes y reglamentaciones. De igual forma, la seguridad en el diseño de aviones prevalece sobre las consideraciones monetarias del explotador. Y con energúmenos como este, esperemos que por mucho tiempo, así sea.